Help Feed 800 Venezuelan School Age Children

Spanish Translation at the bottom

In Venezuela, each school period begins in mid-September and ends in late July. Hence,  the month of August and the first half of September correspond to the summer vacation.

But our foundation, since the humanitarian crisis began in our country, has focused on nurturing vulnerable children of preschool age, in their school, so that they do not leave their classrooms due to lack of food, learn, grow healthy, happy, and do not suffer the ravages of malnutrition at such a crucial stage for their development.

Not even during the pandemic did our nutritional program stop, and under the strictest bio-safety regulations, both schoolwork and food were sent to the children through their mothers, fathers and representatives. Much less can your nutrition stop due to vacation interruption. Although the children approximately 6 week summer vacation, we believe that they should continue to be properly nourished because, given the certainty that they will not be able to do it in the same way at home, we prefer to continue the program.

Fortunately, the program has administrators and teachers willing to keep their schools open as well as cooks who accept the challenge of continuing to feed even during the vacation period. Not to mention that mothers, faced with the need they live in the sector and committed to feeding and educating their children, look for their food every day.

For us it is very important to let suppporters know that our program has not stopped since 2017, even in the most critical periods. And that thanks to their contribution we will continue to do so because we understand that while we Venezuelans continue to look for ways to overcome this crisis, we cannot let the future die, and the future is them, our children.

As the teacher Isabel said, a pioneer woman in the La Vega area on the subject of educational nutrition and our main inspiration:

 “Full belly: happy heart… and open brain”

Because you cannot think of providing quality education while children are hungry. And that is the reason for our program.

Supporters, directors, teachers, cooks, volunteers: “Thank you for making it possible”!

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En Venezuela, cada periodo escolar inicia a mediados de septiembre y concluye a finales de julio. Por esta razón, los días del mes de agosto y la primera mitad de septiembre corresponde a las vacaciones.

Pero nuestra fundación, desde que comenzó la crisis humanitaria en nuestro país, se ha abocado a nutrir niños vulnerables en edad preescolar, en su escuela, con la finalidad de que los mismos no abandonen sus aulas por falta de comida, aprendan, crezcan sanos, felices, y no sufran los embates de la desnutrición en una etapa tan crucial para su desarrollo.

Ni durante la pandemia nuestro programa nutricional se detuvo, pues, y bajo las más estrictas normas de bio-seguiridad, tanto las tareas escolares como los alimentos se le hacían llegar a los niños a través de sus madres, padres y representantes. Mucho menos puede detenerse su nutrición debido a la interrupción vacacional. Si bien los niños cierran los cuadernos durante un corto receso de aproximadamente 6 semanas, consideramos que deben seguir nutriéndose adecuadamente pues ante la seguridad de que no podrán hacerlo de igual forma en sus casas, preferimos dar continuidad al programa.

Afortunadamente el programa cuenta con directivos y maestras dispuestos a mantener sus escuelas abiertas. Así como cocineras que aceptan el reto de seguir nutriendo aun durante el periodo vacacional. Sin dejar de mencionar que las madres, ante la necesidad que viven en el sector y comprometidas con la alimentación y educación de sus hijos, buscan cada día sus alimentos.

Para nosotros es muy importante hacerle saber a los benefactores que nuestro programa no se ha detenido desde 2017 aun en los periodos más críticos. Y que gracias a su aporte lo seguiremos haciendo porque entendemos que mientras los venezolanos seguimos buscando maneras de superar esta crisis, no podemos dejar morir el futuro, y el futuro son ellos, nuestros niños.

Como decía la maestra Isabel, mujer pionera en la zona de La Vega en el tema de la nutrición educativa y nuestra principal inspiración:

                “Barriga llena: corazón contento… y cerebro abierto”

Porque no se puede pensar en brindar una educación de calidad, mientras los niños tengan hambre.Y esa es la razón de nuestro programa.

Benefactores, directivos, maestros, cocineros, voluntarios: “¡Gracias por hacerlo posible”!